Biometría, seguridad según tu fisonomía.

Día tras día vemos que la tecnología no deja de avanzar. Cada vez son más los aparatos inteligentes donde tenemos asociado un perfil virtual, mediante el cual no solo podrían hacerse pasar por nosotros, sino que incluso podrían acceder a nuestros datos bancarios e incluso robarnos. Es por ello que poco a poco se busca conseguir medidas de seguridad lo más infranqueables posibles, para evitar que algún desconocido pueda acceder a nuestra información privada.

Garantiza tu seguridad con el uso de la Biometría.

Uno de los métodos más eficaces para garantizar la seguridad es la Biometría (Wikipedia). Consiste en identificar a los usuarios a través de sus rasgos físicos, que al ser únicos en cada persona, hace prácticamente imposible que se pueda acceder al sistema si no eres el propietario.

Biometría, seguridad según tu fisonomía.

 

Hoy desde Bricoelige, tu tienda de material eléctrico, queremos hablaros de este tipo de identificación que va ganando terreno en los dispositivos electrónicos de uso diario.

De la huella dactilar al escáner de retina.

Existen diferentes partes de nuestra fisonomía que sirven para identificarnos y acceder a nuestros perfiles digitales. Vamos a ver cuáles son y cómo funcionan.

La huella dactilar: Empezó siendo de uso exclusivo policial, aunque ahora la mayoría de teléfonos inteligentes incorporan esta tecnología como método de desbloqueo. Este tipo de identificación se ha puesto en duda ante la posibilidad de falsificación del dibujo de la huella dactilar, y es por eso, que algunos aparatos como los últimos modelos de IPhone no solo detectan el dibujo, sino también la primeras capas de la piel y además detecta si se trata de piel viva o no.

La cara: La identificación facial se puede hacer de dos maneras: la identificación 2D, que identifica a la persona mediante una proyección en plano, lo que la hace más insegura, puesto que podría identificarse a alguien a través de su fotografía. También puede hacerse a través de la identificación 3D, una forma más segura puesto que hace un análisis volumétrico y más completo del rostro, y por tanto no serviría una fotografía. De todas maneras, este tipo de tecnología no ha prosperado mucho, puesto que falla bastante, debido a los cambios que sufre nuestro rostro, por ejemplo los días que dormimos menos.

Otras formas de identificación: Existen otros métodos de identificación, aunque no sean los más usados. Un ejemplo de ello es el reconocimiento mediante los latidos de nuestro corazón o nuestra voz. Son técnicas que siguen en desarrollo y que tal vez algún día veremos aplicadas a nuestro día a día.

 

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